El interés en los posibles beneficios cardiovasculares de los ácidos grasos poliinsaturados Omega-3 comenzó en la década de 1940 con varios estudios realizados que ya demostraban efectos positivos en relación a las enfermedades cardiovasculares.
Hoy día se continúan utilizando para diversos estudios dosis de intervención de Omega-3 de 1 g/día de EPA + DHA, que demostraron beneficios significativos para las enfermedades cardiovasculares en poblaciones italianas y japonesas con una mayor ingesta inicial de Omega-3 en su dieta regular. Los pacientes de países occidentales o países con una ingesta más baja de Omega-3 en general pueden requerir intervenciones de dosis más altas para lograr un efecto terapéutico de Omega-3.
Existe evidencia clara de múltiples estudios de que las dosis más altas de Omega-3 (2–4 g/día de EPA + DHA) parecen ser seguras y reducen los eventos de enfermedades cardiovasculares, lo que justifica que se sigan realizando estudios adicionales para determinar de manera concluyente los beneficios potenciales de la suplementación con Omega-3, un tratamiento económico y bien tolerado.
Ref: Elagizi A, Lavie CJ, O’Keefe E, Marshall K, O’Keefe JH, Milani RV. An Update on Omega-3 Polyunsaturated Fatty Acids and Cardiovascular Health. Nutrients. 2021 Jan 12;13(1):204. doi: 10.3390/nu13010204. PMID: 33445534; PMCID: PMC7827286. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33445534/