El Ozono es una molécula natural compuesta por tres átomos de oxígeno. En la Tierra el ozono se encuentra formando un anillo que rodea el planeta, también conocida como capa de ozono u ozonosfera.
Para que el ozono se produzca, se necesita que exista una excitación suficiente como para que la molécula de oxígeno se descomponga en átomos y éstos colisionen entre sí. En la estratosfera, son los rayos ultravioletas del Sol los que disocian a la molécula de O2.
La estructura del ozono es tal que así:
Cada átomo de oxígeno presenta dos enlaces simples. Debido a que los enlaces dobles son más fuertes que los simples, la tendencia natural es que la molécula cambie o se transforme pasando de O3 a O2 y O-
El ozono (O3) es, por lo tanto, una forma alotrópica del oxígeno, es decir, es el resultado de la reordenación de los átomos de oxígeno cuando las moléculas son sometidas a una descarga eléctrica. Por tanto, es la forma más activa del oxígeno.
El oxígeno molecular es el gas que respiramos y necesitamos para vivir, el oxígeno atómico es altamente oxidante, por lo que posee propiedades antisépticas muy importantes para la vida en la Tierra.
Debido a su mayor peso molecular el ozono cae hacia la Tierra y se reparte por la atmósfera purificando agua y aire. Por ello, el O3 se presenta en forma natural alrededor de las rompientes de mar, cascadas y tras las tormentas climáticas. Es muy peculiar el olor a ozono a la orilla del mar.
Así el O3 nos protege actuando como filtro de la radiación solar (absorbiendo la mayoría de los rayos ultravioleta del sol) además de purificar y eliminar microorganismos patógenos como virus, bacterias, hongos, moho, esporas… asegurando la vida en la Tierra
¿Sería posible utilizar algunas de estas propiedades del ozono en beneficio de la salud humana?
Continuará…