La Ozonoterapia es un conjunto de técnicas que emplean Ozono médico como agente terapéutico. El ozono médico es una mezcla de un 5% como máximo de ozono y un 95% de oxígeno.
En 1885 el Dr. Charles J. Kenworth escribe el primer libro sobre el ozono como terapia médica, fomentándose mucho su uso durante la Primera Guerra Mundial para la limpieza y desinfección de las heridas.
El ozono se disuelve inmediatamente en el agua del organismo, tanto en el plasma como en los fluidos extracelulares debido a que su solubilidad es diez veces superior a la del oxígeno. Gracias a esta capacidad, el O3 reacciona con sustancias biológicas que poseen enlaces Carbono-Carbono dobles o triples presentes en células, fluidos o tejidos: proteínas, aminoácidos, ácidos grasos insaturados, moléculas de ADN, residuos cisteínicos de las proteínas, complejos lipoproteicos del plasma y la doble capa de las membranas celulares.
Cuando reacciona con los fosfolípidos de membrana produce:
- Ozónidos
- Aldehídos
- Peróxidos
En cantidades adecuadas y controladas, estos metabolitos ejercen diferentes funciones biológicas y terapéuticas, actúan como segundos mensajeros, mediadores químicos y de respuesta inmunitaria, activan enzimas, etc…
Actualmente se utilizan diferentes vías para administrar el ozono sin que tenga efectos tóxicos en el organismo.
Estos medios incluyen la vía rectal, vaginal, intramuscular, subcutánea, intravenosa o directamente en la sangre extraída del paciente mediante un proceso que se denomina autohemoterapia (mayor y menor).
La administración tópica y oral de ozono también puede emplearse en el día a día, gracias a la estabilización de la molécula de O3 en una fuente de grasa vegetal o aceite.
¿Quieres saber cómo funcionan estos productos?