La molécula de ozono es, por naturaleza, inestable. En condiciones normales, tarda unos 40 min en transformarse en O2 y O- Por este motivo, en las técnicas como la autohemoterapia, el momento de producción de O3 y su administración deben producirse en el menor tiempo posible.
Sin embargo, existe una forma de mantener el O3 estable durante años, manteniendo todas sus propiedades beneficiosas para la salud: combinándolo con a una fuente de lípidos vegetal, creando los denominados aceites ozononizados.
Debido a su capacidad liposoluble el O3 se une a los ácidos grasos del aceite, los corta (en un proceso denominado ozonólisis) dando lugar a trioxolanos u ozónidos + peróxidos. Esto quiere decir que en los aceites ozonizados NO HAY OZONO, sino los productos resultantes de la ozonización. En otras palabras, el ozono no va a interactuar ni oxidar nuestros propios lípidos celulares porque ya ha oxidado el aceite.
Cuando estos ozónidos cargados con O2 y O- entran en contacto con los exudados, se descomponen en especies ROS (especies reactivas de oxigeno) liberando localmente oxígeno y peróxido de hidrógeno (H2O2), así como productos de oxidación de lípidos (lipoperóxidos).
La producción y el método empleado para la formación de estos aceites es de vital importancia ya que de este dependerán las propiedades finales del aceite, su efecto biológico y terapéutico. No todos los aceites ozonizados son iguales, y es importante tratarlo de forma diferente en función del producto final que se vaya a producir.
Para producir aceite ozonizado, lo primero que necesitamos es convertir el oxígeno ambiente en ozono. Para ello se utilliza un equipo especializado que, mediante descargas eléctricas, disocia la molécula de O2 consiguiendo que se agrupen formando O3. Posteriormente este ozono se utiliza para saturar una grasa vegetal o aceite dando lugar a los ozónidos y peróxidos. Normalmente, durante este proceso, las temperaturas que se producen son altas, lo cual conlleva a una degradación del aceite y a la aparición de aldheídos tóxicos.
El proceso de fabricación de los aceites PeroxiBiokey® de KeyBiological se realiza a una temperatura baja, por lo que su seguridad y eficacia se ven garantizados. Además, gracias a ello, en nuestros aceites aparecen dos compuestos únicos en el mercado: el ácido azelaico y las trioleínas.
Gracias a ello, hemos conseguido presentar una patente a nivel Europeo y hemos sido premiados como “Empresa biotech más innovadora” y con el “Mejor material innovador” a nivel gallego.
Nuestros aceites cambian más profundamente su estructura molecular añadiendo el ozono a sus cadenas de manera segura y duradera. Conseguimos que sean más ligeros pero más potentes y eficaces al mismo tiempo.
Consecuencia: los aceites ozonizados Keybiological penetran más profundamente a nivel celular y son más antisépticos y cicatrizantes, además aumenta en gran medida el efecto antioxidante celular y orgánico.
Nuestro Secreto: tiempo y método de ozonización diferente para cada producto, diferente viscosidad, índice de peróxidos y acidez.
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